Esta primavera el paso de esta especie parece especialmente bueno y hace unos días un bando de 30 Agujas colipintas (Limosa lapponica) visitó la playa de Arealonga, en Chapela-Redondela (PO). Supongo que el fuerte viento de estos días las obligó a realizar una parada imprevista en su viaje migratorio.
No es la primera vez que veo la especie en esta playa, aunque este sí ha sido el bando más numeroso. Solo 30 ejemplares puede parecer una cifra ridícula (más aún si se compara con los números que se están dando en otras zonas de Galicia) pero me hizo bastante ilusión verlas al lado de casa. Además, nunca dejará de sorprenderme que una playa tan humanizada como esta (y con humanizada quiero decir jodida) pueda albergar, aunque sea muy brevemente, aves tan singulares como estas, capaces de realizar verdaderas proezas.
En cuanto a plumajes creo que había casi de todo, desde individuos juveniles (como el de la foto superior) hasta adultos con el plumaje nupcial practicamente completo (foto inferior).
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