Ya sé que el título de esta entrada suena a un capítulo de la serie La que se avecina pero resume tan bien lo observado durante la mañana del 08/07/2013 por la zona del Monte do Seixo- Serra do Cando (PO) que no he podido resistirme.
La jornada comenzó muy bien, con un ejemplar de Buitre leonado (Gyps fulvus) posado en la copa de un pino y que, dada la tempranera hora, probablemente habrá pasado por aquí la noche.
Gyps fulvus sobre la copa de un Pinus sylvestris
Después de dejar al buitre me fui a la zona donde todos los veranos hay establecida una pareja de Collalbas grises (Oenanthe oenanthe) y allí estaba el macho, en uno de sus posaderos favoritos. Supongo que la hembra (observada en una anterior visita) no andaría muy lejos. Es posible que este año no sea la única pareja que críe por la zona ya que no hace mucho pude observar otro macho en otra parte de la sierra, aunque el hábitat no parecía del todo el óptimo.
Una vez comprobado que las collalbas "estaban en su sitio" me puse a buscar bichos, pero de los de 6 y 8 patas, que es a lo que ultimamente me dedico en las salidas que hago al campo. Lo más interesante fue encontrarme (bueno, más bien me encontró él a mí) un díptero que todavía no había visto nunca. Se trata de un miembro de la familia Acroceridae, del género Ogcodes (Latreille, 1796). Pienso que se trata de Ogcodes zonatus (Erichson, 1840) pero habrá que buscar la opinión de algún experto para poder confirmarlo.
Ogcodes cf. zonatus que apareció posado sobre mi camiseta
En esas estaba, concentrado mirando para el suelo, cuando de repente de unas rocas de más abajo salió volando un Buitre leonado. Me fui para casa pensando que se trataba del mismo individuo que habría cambiado de sitio pero, ahora (viendo las penosas fotos que le pude sacar) estoy plenamente seguro de que se trataba de otro ejemplar diferente.
Mientras le sacaba las fotos al buitre pasó volando el único Aguilucho que pude observar. Lo más probable es que se tratara de un A. cenizo (Circus pygargus) pero cómo ni volvió a aparecer, ni lo pude ver nada bien, se va a tener que quedar en Circus sp.
Viendo que el calor empezaba a apretar (y eran poco más de las 10 de la mañana) decidí buscar lo que me pide el cuerpo en estos casos: la sombra (y si es con agua, mejor). Allí, la cosa no estaba demasiado animada para lo que suele ser habitual. Varias especies de páridos, un Piquituerto (Loxia curvirostra), algún odonato y poco más. Llevaba ya un rato escuchando lo que parecía ser un pollo de algún paseriforme reclamando alimento cuando decidí investigar. Pronto descubrí al responsable.
Volantón de Cuco (Cuculus canorus)
Desde la copa de un pino un volantón (ya algo crecidito) de Cuco (Cuculus canorus) pedía insistentemente comida. En principio pensé que tal vez un adulto de Bisbita arbóreo (Anthus trivialis), que andaba por allí cerca, sería la víctima del engaño pero, al ver que este, a su vez, estaba acompañado de dos jóvenes de su misma especie descarté esa posibilidad. No tardé mucho en descubrir que los desafortunados "padres" de la criatura eran una pareja de Acentores comunes (Prunella modularis) que estaban literalmente desbordados ante el lastimoso reclamo del joven impostor.
Acentor común (Prunella modularis) cebando a un joven cuco
Con esta observación y en vista de que el calor empezaba a ser insoportable decidí volver para casa. En el jardín se está mucho más fresquito y también se ven cosas interesantes.
UPDATE
Confirmado por Jorge Mota Almeida, en Diptera.info, que se trata de Ogcodes zonatus:
http://www.diptera.info/forum/viewthread.php?thread_id=57033&pid=243115#post_243115
Blog dedicado a todos esos seres vivos que habitan en el jardín y algo más allá.
jueves, 11 de julio de 2013
sábado, 8 de junio de 2013
Phymata monstrosa
La familia Reduviidae (Latreille, 1807) es una de las más grandes y cosmopolitas familias de chinches (Heteroptera). Incluye insectos depredadores, por lo general de cuerpo esbelto, de patas largas, con una cabeza alargada y dividida por un surco transversal entre los ojos compuestos y los ocelos, con un prominente pico o rostro formado por 3 segmentos y antenas con 4 artejos (siendo, generalmente, el segundo el más largo). El rostro, por su parte, en la mayoría de los redúvidos es curvado y está fuertemente esclerotizado y se inserta en una cavidad del prosterno que al rasparlo contra los bordes produce un sonido (estridulación). Utilizan el rostro para inyectar una saliva que digiere el interior de la presa y, posteriormente, lo absorben.
Los redúvidos presentan en España 7 subfamilias que, según Fauna Europaea, englobarían a 24 géneros. Recientemente se ha incorporado a ellos el género Zelus (Fabricius, 1803), de origen alóctono.
Uno de estos géneros, quizás uno de los más singulares, es el género Phymata (Latreille, 1802), representado en la Península Ibérica por 2 especies: Phymata crassipes (Fabricius, 1775) y P. monstrosa (Fabricius, 1794).
Phymata monstrosa
Phymata monstrosa está considerado un elemento mediterráneo occidental (Josifov, 1968), propio de biotopos áridos y soleados. Caza al acecho, permaneciendo inmóvil, según Stichel (1955-62) sobre diferentes plantas, todo tipo de insectos (en ocasiones de mucho mayor tamaño). Para ello se vale de sus patas anteriores, engrosadas y dobladas de manera característica para agarrar a sus presas, a modo de pinzas. Debido a esto, coloquialmente, las especies de este género reciben el nombre de chinches-mantis.
Detalle de la pata delantera de P. monstrosa
La información hallada sobre la distribución de este género en la Península Ibérica es más bien escasa, siéndolo aún más en el caso de Phymata monstrosa. Según la bibliografía y las fotografías georreferenciadas subidas a la web Biodiversidad Virtual, P. monstrosa ha sido citada en 9 provincias: Alicante, Almería, Barcelona, Cádiz, Madrid, Segovia, Valencia, Valladolid y Zaragoza.
En Galicia no me consta que haya sido citada, a pesar de que algún entomólogo afirma haberla observado y capturado en numerosas ocasiones (Prieto, F. com. pers.).
Las fotografías que ilustran esta entrada corresponden a un ejemplar encontrado el 11/05/2013 en el interior del jardín, en Cerdedo (PO). Fue toda una alegría, ya que además de ser la primera vez que veo esta especie, es un insecto que, a pesar de su pequeño tamaño (poco más de 1 cm), es realmente espectacular.
Vista dorsal de P. monstrosa
Agradecimientos
A Fernando Prieto y Javier Pérez Valcárcel, de Arquivos Entomolóxicos Galegos y, especialmente, a Luis Vivas, de Biodiversidad Virtual.
Referencias:
Baena, M. y Torres, J. L. (2012). Nuevos datos sobre heterópteros exóticos en España y Francia: Tempyra biguttula Stål, 1874, Belonochilus numenius (Say, 1832) y Zelus renardii (Kolenati, 1856) (Heteroptera: Rhyparochromidae, Orsillidae, Reduviidae). Boln. Asoc. esp. Ent. 36 (3-4)
Josifov, M. (1968). Die paläarktischen Arten der Gattung Phymata Latreille, 1802 (Hem. Het. Reduviidae). Bull. Inst. Zool. et Mus. Acad. bulg. Sc., 26: 29-32
Murria, E. (2001). Inventario Entomológico. Reserva de los Galachos de La Alfranca de Pastriz, La Cartuja y El Burgo de Ebro. PDF descargable aquí:
http://www.aragon.es/estaticos/GobiernoAragon/Departamentos/MedioAmbiente/Documentos/%C3%81reas/RedNaturaArag%C3%B3n/EspacIntegrRedNaturArag/EspaciosNaturalesProtegidos/INVENTARIO_ENTOMOLOGICO2.PDF
Ribes, J., Blasco-Zumeta, J. & Rives, E. (1997). Heteroptera de un sabinar de Juniperus thurifera L. en los Monegros, Zaragoza. Monografías SEA, 2: 1-127. Disponible en: http://idd004kb.eresmas.net/monegros/bib/ribes97.htm
Stichel, W. (1955-1962). Illustrierte Bestimmungstabellen der Wanzen. II. Europa. 1-2: 1-907; 3: 1-428; 4: 1-838; Index: 1-110
Vivas, L. (2012). Primera cita en España de la especie Zelus renardii (Kolenati, 1857) (Heteroptera: Reduviidae) que representa la segunda cita en Europa. BVNPC 2012:34-40. Disponible en: http://www.biodiversidadvirtual.org/taxofoto/sites/default/files/primera_cita_en_espana_de_la_especie_zelus_renardii_kolenati_1857_heteroptera_reduviidae_que_representa_la_segunda_cita_en_europa.pdf
UPDATE
KORMILEV, N.A. 1966. On some Phymatidae from the Old and New Worlds (Hem. Heteroptera). Eos, 42(1-2): 275-286.
Según este trabajo de Kormilev habría unas cuantas citas más: Asturias, Castellón, Ciudad Real, Málaga y Ourense (Carballiño).
Gracias, de nuevo, Fernando.
Los redúvidos presentan en España 7 subfamilias que, según Fauna Europaea, englobarían a 24 géneros. Recientemente se ha incorporado a ellos el género Zelus (Fabricius, 1803), de origen alóctono.
Uno de estos géneros, quizás uno de los más singulares, es el género Phymata (Latreille, 1802), representado en la Península Ibérica por 2 especies: Phymata crassipes (Fabricius, 1775) y P. monstrosa (Fabricius, 1794).
Phymata monstrosa
Phymata monstrosa está considerado un elemento mediterráneo occidental (Josifov, 1968), propio de biotopos áridos y soleados. Caza al acecho, permaneciendo inmóvil, según Stichel (1955-62) sobre diferentes plantas, todo tipo de insectos (en ocasiones de mucho mayor tamaño). Para ello se vale de sus patas anteriores, engrosadas y dobladas de manera característica para agarrar a sus presas, a modo de pinzas. Debido a esto, coloquialmente, las especies de este género reciben el nombre de chinches-mantis.
Detalle de la pata delantera de P. monstrosa
La información hallada sobre la distribución de este género en la Península Ibérica es más bien escasa, siéndolo aún más en el caso de Phymata monstrosa. Según la bibliografía y las fotografías georreferenciadas subidas a la web Biodiversidad Virtual, P. monstrosa ha sido citada en 9 provincias: Alicante, Almería, Barcelona, Cádiz, Madrid, Segovia, Valencia, Valladolid y Zaragoza.
En Galicia no me consta que haya sido citada, a pesar de que algún entomólogo afirma haberla observado y capturado en numerosas ocasiones (Prieto, F. com. pers.).
Las fotografías que ilustran esta entrada corresponden a un ejemplar encontrado el 11/05/2013 en el interior del jardín, en Cerdedo (PO). Fue toda una alegría, ya que además de ser la primera vez que veo esta especie, es un insecto que, a pesar de su pequeño tamaño (poco más de 1 cm), es realmente espectacular.
Vista dorsal de P. monstrosa
Agradecimientos
A Fernando Prieto y Javier Pérez Valcárcel, de Arquivos Entomolóxicos Galegos y, especialmente, a Luis Vivas, de Biodiversidad Virtual.
Referencias:
Baena, M. y Torres, J. L. (2012). Nuevos datos sobre heterópteros exóticos en España y Francia: Tempyra biguttula Stål, 1874, Belonochilus numenius (Say, 1832) y Zelus renardii (Kolenati, 1856) (Heteroptera: Rhyparochromidae, Orsillidae, Reduviidae). Boln. Asoc. esp. Ent. 36 (3-4)
Josifov, M. (1968). Die paläarktischen Arten der Gattung Phymata Latreille, 1802 (Hem. Het. Reduviidae). Bull. Inst. Zool. et Mus. Acad. bulg. Sc., 26: 29-32
Murria, E. (2001). Inventario Entomológico. Reserva de los Galachos de La Alfranca de Pastriz, La Cartuja y El Burgo de Ebro. PDF descargable aquí:
http://www.aragon.es/estaticos/GobiernoAragon/Departamentos/MedioAmbiente/Documentos/%C3%81reas/RedNaturaArag%C3%B3n/EspacIntegrRedNaturArag/EspaciosNaturalesProtegidos/INVENTARIO_ENTOMOLOGICO2.PDF
Ribes, J., Blasco-Zumeta, J. & Rives, E. (1997). Heteroptera de un sabinar de Juniperus thurifera L. en los Monegros, Zaragoza. Monografías SEA, 2: 1-127. Disponible en: http://idd004kb.eresmas.net/monegros/bib/ribes97.htm
Stichel, W. (1955-1962). Illustrierte Bestimmungstabellen der Wanzen. II. Europa. 1-2: 1-907; 3: 1-428; 4: 1-838; Index: 1-110
Vivas, L. (2012). Primera cita en España de la especie Zelus renardii (Kolenati, 1857) (Heteroptera: Reduviidae) que representa la segunda cita en Europa. BVNPC 2012:34-40. Disponible en: http://www.biodiversidadvirtual.org/taxofoto/sites/default/files/primera_cita_en_espana_de_la_especie_zelus_renardii_kolenati_1857_heteroptera_reduviidae_que_representa_la_segunda_cita_en_europa.pdf
UPDATE
KORMILEV, N.A. 1966. On some Phymatidae from the Old and New Worlds (Hem. Heteroptera). Eos, 42(1-2): 275-286.
Según este trabajo de Kormilev habría unas cuantas citas más: Asturias, Castellón, Ciudad Real, Málaga y Ourense (Carballiño).
Gracias, de nuevo, Fernando.
sábado, 18 de mayo de 2013
Anostrá... qué?
Los anostráceos son un primitivo orden de crustáceos branquiópodos, por lo general de entre 1-3 cm. de tamaño, cuyos representantes más conocidos son las especies del género Artemia (Leach, 1819). Se diferencian de otros branquiópodos por no poseer un exoesqueleto ni ningún otro tipo de estructura protectora. Son organismos altamente especializados, capaces de sobrevivir en medios tan inestables como las charcas temporales o efímeras, tanto de aguas dulces como, en ocasiones, hipersalinas. Siempre en hábitats extremos, donde la competencia y la depredación sean menos intensas.
Hembra de anostráceo* (1)
Los branchiópodos incluyen a 11 órdenes (2 de ellos extintos), de los cuales 6 están presentes en el ámbito íbero-balear. De forma coloquial, a los Anostraca, Spinicaudata y Notostraca se los agrupa bajo la denominación de grandes branquiópodos debido al mayor tamaño que presentan con respecto a los Ctenopoda, Anomópoda y Onycopoda.
Los anostráceos nadan orientando la superficie ventral hacia la luz, y a medida que se desplazan se alimentan, por filtración, de pequeños organismos planctónicos (microplancton), materia orgánica,... que va siendo empujada hacia la boca.
Muestran un gran dimorfismo sexual, presentando los machos unas grandes antenas (en forma de pinzas) que utilizan para sujetar a las hembras en el momento de la cópula. Las hembras por su parte, durante la época de reproducción, presentan un saco ovígero u ovisaco claramente visible.
La mayor parte de ellos son ovíparos y los huevos, una vez que la charca se seca, resisten mucho tiempo (incluso varios años) entre el sedimento del fondo hasta que el agua vuelve a llenar de nuevo la charca. Una vez que las condiciones son favorables, eclosionan y la colonizan con gran rapidez. De esta forma consiguen evitar a muchos depredadores y disminuir la competencia con otros organismos.
En la Península Ibérica han sido citadas 11 especies de anostráceos.
Aunque muchas de estas charcas y estanques temporales deberían estar protegidos por su alto interés científico, o eso dice al menos el Anexo l de la Directiva de Hábitats, lo cierto es que los grandes branquiópodos se encuentran amenazados en toda Europa, siendo las principales causas de su declive la desecación de las masas de agua debido a las prácticas agrícolas, al desarrollo urbanístico, las infraestructuras, los cambios en el régimen hidrológico y, localmente, a la introducción de determinadas especies foráneas.
Considerados por algunos como auténticos fósiles vivientes (ya que no han cambiado desde el periodo Jurásico) para otros, sin embargo, pasan simplemente desapercibidos.
Nota: * (1) Probablemente se trata de Tanymastix stagnalis (una especie poco frecuente en la Península Ibérica) pero, para determinarlo con seguridad, habría que estudiar una muestra.
Las fotos que ilustran esta entrada fueron tomadas in situ (empleando un mini-acuario), en una charca temporal del Monte do Seixo-Serra do Cando (PO) en el verano del 2012, y una vez realizadas, los ejemplares fueron liberados de nuevo al medio.
También quiero aprovechar para dar las gracias públicamente a Carlos M. García por sus sabios consejos.
Hembra de anostráceo* (1)
Los branchiópodos incluyen a 11 órdenes (2 de ellos extintos), de los cuales 6 están presentes en el ámbito íbero-balear. De forma coloquial, a los Anostraca, Spinicaudata y Notostraca se los agrupa bajo la denominación de grandes branquiópodos debido al mayor tamaño que presentan con respecto a los Ctenopoda, Anomópoda y Onycopoda.
Los anostráceos nadan orientando la superficie ventral hacia la luz, y a medida que se desplazan se alimentan, por filtración, de pequeños organismos planctónicos (microplancton), materia orgánica,... que va siendo empujada hacia la boca.
La mayor parte de ellos son ovíparos y los huevos, una vez que la charca se seca, resisten mucho tiempo (incluso varios años) entre el sedimento del fondo hasta que el agua vuelve a llenar de nuevo la charca. Una vez que las condiciones son favorables, eclosionan y la colonizan con gran rapidez. De esta forma consiguen evitar a muchos depredadores y disminuir la competencia con otros organismos.
En la Península Ibérica han sido citadas 11 especies de anostráceos.
Aunque muchas de estas charcas y estanques temporales deberían estar protegidos por su alto interés científico, o eso dice al menos el Anexo l de la Directiva de Hábitats, lo cierto es que los grandes branquiópodos se encuentran amenazados en toda Europa, siendo las principales causas de su declive la desecación de las masas de agua debido a las prácticas agrícolas, al desarrollo urbanístico, las infraestructuras, los cambios en el régimen hidrológico y, localmente, a la introducción de determinadas especies foráneas.
Considerados por algunos como auténticos fósiles vivientes (ya que no han cambiado desde el periodo Jurásico) para otros, sin embargo, pasan simplemente desapercibidos.
Nota: * (1) Probablemente se trata de Tanymastix stagnalis (una especie poco frecuente en la Península Ibérica) pero, para determinarlo con seguridad, habría que estudiar una muestra.
Las fotos que ilustran esta entrada fueron tomadas in situ (empleando un mini-acuario), en una charca temporal del Monte do Seixo-Serra do Cando (PO) en el verano del 2012, y una vez realizadas, los ejemplares fueron liberados de nuevo al medio.
También quiero aprovechar para dar las gracias públicamente a Carlos M. García por sus sabios consejos.
viernes, 3 de mayo de 2013
Bar-tailed godwit (l)
Esta primavera el paso de esta especie parece especialmente bueno y hace unos días un bando de 30 Agujas colipintas (Limosa lapponica) visitó la playa de Arealonga, en Chapela-Redondela (PO). Supongo que el fuerte viento de estos días las obligó a realizar una parada imprevista en su viaje migratorio.
No es la primera vez que veo la especie en esta playa, aunque este sí ha sido el bando más numeroso. Solo 30 ejemplares puede parecer una cifra ridícula (más aún si se compara con los números que se están dando en otras zonas de Galicia) pero me hizo bastante ilusión verlas al lado de casa. Además, nunca dejará de sorprenderme que una playa tan humanizada como esta (y con humanizada quiero decir jodida) pueda albergar, aunque sea muy brevemente, aves tan singulares como estas, capaces de realizar verdaderas proezas.
En cuanto a plumajes creo que había casi de todo, desde individuos juveniles (como el de la foto superior) hasta adultos con el plumaje nupcial practicamente completo (foto inferior).
jueves, 25 de abril de 2013
¡ Vaya rubia !
Después de bastantes meses sin visitar la zona ayer volví de nuevo A Lagoa Sacra, en A Estrada (PO). Fue una visita breve (un par de horas) pero bastante productiva.
Salvo un despistado macho de corzo (Capreolus capreolus), que se dejó observar a placer durante un buen rato, y algunos de los habituales (algunas alondras, pardillos comunes, varios machos cantores de curruca zarcera, una lavandera boyera, un cernícalo "vulgar" y una pareja de aguiluchos cenizos) la visita no estaba resultando demasiado provechosa. Hasta que apareció ella.
Para mi sorpresa, posada en un poste al lado de la carretera había una preciosa Collalba rubia, que además de la observación en si, me trajo gratos recuerdos de mis escapadas al sur de la península.
Aunque no estaba mucho por la labor pude sacarle con la cámara un par de fotos testimoniales antes de que volara a un campo labrado no hace mucho. Allí comenzó a alimentarse cerca de cuatro Collalbas grises así que decidí coger la artillería. Mala idea. Para cuando regresé del coche perfectamente pertrechado (con el equipo de digiscoping al hombro) allí solo estaban sus primas y de ella ya ni rastro, y aunque recorrí un poco los alrededores no pude volver a localizarla.
Habrá que conformarse con la observación ya que con las pocas citas que debe de haber de la especie por estos lares creo que voy a tardar en hacer alguna foto mejor.
Foto testimonial de un macho de Collalba rubia (Oenanthe hispanica) observado el 24/04/2013 en A Estrada (PO).
Salvo un despistado macho de corzo (Capreolus capreolus), que se dejó observar a placer durante un buen rato, y algunos de los habituales (algunas alondras, pardillos comunes, varios machos cantores de curruca zarcera, una lavandera boyera, un cernícalo "vulgar" y una pareja de aguiluchos cenizos) la visita no estaba resultando demasiado provechosa. Hasta que apareció ella.
Para mi sorpresa, posada en un poste al lado de la carretera había una preciosa Collalba rubia, que además de la observación en si, me trajo gratos recuerdos de mis escapadas al sur de la península.
Aunque no estaba mucho por la labor pude sacarle con la cámara un par de fotos testimoniales antes de que volara a un campo labrado no hace mucho. Allí comenzó a alimentarse cerca de cuatro Collalbas grises así que decidí coger la artillería. Mala idea. Para cuando regresé del coche perfectamente pertrechado (con el equipo de digiscoping al hombro) allí solo estaban sus primas y de ella ya ni rastro, y aunque recorrí un poco los alrededores no pude volver a localizarla.
Habrá que conformarse con la observación ya que con las pocas citas que debe de haber de la especie por estos lares creo que voy a tardar en hacer alguna foto mejor.
Foto testimonial de un macho de Collalba rubia (Oenanthe hispanica) observado el 24/04/2013 en A Estrada (PO).
sábado, 23 de marzo de 2013
La bella Macaón
La Macaón Papilio machaon (Linnaeus, 1758) es una mariposa fácilmente reconocible, tanto por su gran tamaño (ligeramente menor en los machos) como por su coloración negra y amarilla. Solo sería posible la confusión con su pariente la Podalirio Iphiclides feisthamelii (Duponchel, 1832) pero el diseño con grandes franjas negras de esta última las hace realmente inconfundibles.
Para quien lo desconozca, decir que Podalirio y Macaón fueron dos hermanos, hijos del dios de la medicina (Asclepio), que participaron activamente en el bando griego en la guerra de Troya. Según la mitología, Macaón tendría el poder de curar las heridas, incluso las más graves.
Papilio machaon presenta, en función de las condiciones ambientales, de 1 a 3 generaciones anuales (por lo general 2) e inverna como crisálida.
Las orugas tienen un colorido muy llamativo y, situado sobre el protórax, presentan el característico osmeterium de esta familia. Al sentirse amenazadas extienden un órgano de defensa, de color rojo o anaranjado, con conexiones glandulares y con forma de cuernecillos que desprende un fuerte olor desagradable y que contiene un líquido tóxico (ácido butírico) para ahuyentar a los posibles depredadores. Una vez relajadas este órgano se retrae.
Las orugas se alimentan de diversas plantas pero sobre todo de umbelíferas como Foeniculum vulgare (hinojo) y rutáceas.
Oruga de macaón sobre hinojo
Vive en hábitats diversos (prados, bordes de caminos, jardines...) desde el nivel del mar a los 2500 m. de altitud, y es capaz de realizar largos desplazamientos migratorios o de dispersión.
Es frecuente observar concentraciones de machos en la cima de colinas, montañas y relieves elevados, un fenómeno que recibe el nombre de "hilltopping". Esta tendencia a agruparse y volar juntos, que también se da en otras especies, tiene fines reproductivos (para encontrar más rápidamente pareja).
Es una especie ampliamente extendida que figura en la European Red List of Butterflies en la categoría LC (Least Concern). Una categoría, no obstante, que puede resultar un tanto ambigua ya que un taxón clasificado como de Preocupación Menor a nivel mundial puede estar En Peligro Crítico en una región particular, donde los números sean muy escasos o estén disminuyendo. De hecho, en algunas partes de Europa es cada vez menos abundante y se encuentra en peligro.
La pérdida y/o alteración del hábitat, el uso de herbicidas y pesticidas, el efecto de algunos parásitos (por lo general dípteros e himenópteros)... y el desbroce de las cunetas en especial donde crece el hinojo (esto último comprobado personalmente) son algunos de los factores que contribuyen a que sea una especie cada vez más escasa.
Para quien lo desconozca, decir que Podalirio y Macaón fueron dos hermanos, hijos del dios de la medicina (Asclepio), que participaron activamente en el bando griego en la guerra de Troya. Según la mitología, Macaón tendría el poder de curar las heridas, incluso las más graves.
Papilio machaon presenta, en función de las condiciones ambientales, de 1 a 3 generaciones anuales (por lo general 2) e inverna como crisálida.
Adulto de macaón
Las orugas se alimentan de diversas plantas pero sobre todo de umbelíferas como Foeniculum vulgare (hinojo) y rutáceas.
Oruga de macaón sobre hinojo
Vive en hábitats diversos (prados, bordes de caminos, jardines...) desde el nivel del mar a los 2500 m. de altitud, y es capaz de realizar largos desplazamientos migratorios o de dispersión.
Es frecuente observar concentraciones de machos en la cima de colinas, montañas y relieves elevados, un fenómeno que recibe el nombre de "hilltopping". Esta tendencia a agruparse y volar juntos, que también se da en otras especies, tiene fines reproductivos (para encontrar más rápidamente pareja).
Es una especie ampliamente extendida que figura en la European Red List of Butterflies en la categoría LC (Least Concern). Una categoría, no obstante, que puede resultar un tanto ambigua ya que un taxón clasificado como de Preocupación Menor a nivel mundial puede estar En Peligro Crítico en una región particular, donde los números sean muy escasos o estén disminuyendo. De hecho, en algunas partes de Europa es cada vez menos abundante y se encuentra en peligro.
La pérdida y/o alteración del hábitat, el uso de herbicidas y pesticidas, el efecto de algunos parásitos (por lo general dípteros e himenópteros)... y el desbroce de las cunetas en especial donde crece el hinojo (esto último comprobado personalmente) son algunos de los factores que contribuyen a que sea una especie cada vez más escasa.
jueves, 17 de enero de 2013
Una historia de avispas y arañas
Hace unos cuantos meses fotografié a una avispa que había capturado a una araña y estaba intentando llevársela. La escena ocurrió justo al lado de la puerta de casa y, como supongo que sería demasiado pesada para irse volando con ella, la avispa trataba de transportarla arrastrándola por el suelo. Todo parecía normal salvo que, una y otra vez, intentaba subir con su presa por la pared de la casa. Podía llegar más abajo o más arriba con ella pero el resultado siempre era el mismo: la araña en el suelo y vuelta a comenzar el proceso. Siempre que se le caía la volvía a encontrar pero, al final, acabó por perderla.
En ese momento no entendí el porqué de ese empecinamiento de la avispa en intentar algo que además de poco probable no parecía tener mucho sentido. Tampoco sabía muy bien de qué especie se trataba, solo que debía de pertenecer a la familia Pompilidae.
Avispa fotografiada el 16/07/2012 en Cerdedo (PO)
Los pompílidos son himenópteros solitarios, por lo general de color negro y de patas largas, siendo las hembras más grandes que los machos. Son conocidos vulgarmente como avispas de las arañas ya que alimentan a sus larvas con estas y para ello suelen arrancarle las patas a sus presas para facilitar su transporte al nido.
Hace poco y de manera fortuita encontré debajo de unas grandes macetas con plantas aromáticas unos pequeños nidos de barro que desde el primer momento me parecieron de himenóptero. En ese momento no asocié ese hallazgo con la historia de la avispa y la araña pero ahora creo ambos hechos están relacionados.
Nido de himenóptero fotografiado el 02/12/2012 en Cerdedo (PO)
Lo que en su día me pareció un comportamiento animal un tanto absurdo (cosa que no me encajaba demasiado) ahora parece haber cobrado sentido ya que la maceta debajo de la cual se encontraban los nidos está situada en el balcón, encima de la puerta de casa, y justo en la dirección en la que la avispa trataba de avanzar con su presa.
Hay muchas especies y algunas muy parecidas pero después de investigar un poco y de "navegar" por internet creo que tanto la avispa como los nidos pueden pertenecer a la misma especie, en concreto a una hembra de Auplopus carbonarius (Scopoli, 1763).
Se pueden ver más fotos de esta especie en:
http://www.galerie-insecte.org/galerie/auplopus_carbonarius.html
En ese momento no entendí el porqué de ese empecinamiento de la avispa en intentar algo que además de poco probable no parecía tener mucho sentido. Tampoco sabía muy bien de qué especie se trataba, solo que debía de pertenecer a la familia Pompilidae.
Avispa fotografiada el 16/07/2012 en Cerdedo (PO)
Los pompílidos son himenópteros solitarios, por lo general de color negro y de patas largas, siendo las hembras más grandes que los machos. Son conocidos vulgarmente como avispas de las arañas ya que alimentan a sus larvas con estas y para ello suelen arrancarle las patas a sus presas para facilitar su transporte al nido.
Hace poco y de manera fortuita encontré debajo de unas grandes macetas con plantas aromáticas unos pequeños nidos de barro que desde el primer momento me parecieron de himenóptero. En ese momento no asocié ese hallazgo con la historia de la avispa y la araña pero ahora creo ambos hechos están relacionados.
Nido de himenóptero fotografiado el 02/12/2012 en Cerdedo (PO)
Lo que en su día me pareció un comportamiento animal un tanto absurdo (cosa que no me encajaba demasiado) ahora parece haber cobrado sentido ya que la maceta debajo de la cual se encontraban los nidos está situada en el balcón, encima de la puerta de casa, y justo en la dirección en la que la avispa trataba de avanzar con su presa.
Hay muchas especies y algunas muy parecidas pero después de investigar un poco y de "navegar" por internet creo que tanto la avispa como los nidos pueden pertenecer a la misma especie, en concreto a una hembra de Auplopus carbonarius (Scopoli, 1763).
Se pueden ver más fotos de esta especie en:
http://www.galerie-insecte.org/galerie/auplopus_carbonarius.html
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