viernes, 28 de diciembre de 2012

Cuando los caracoles tengan pelo

 Puede que la mayoría de la gente (no interesada en los temas de naturaleza) no lo sepa pero, son muchos los caracoles que presentan la concha recubierta de pelos.
 Sobre la utilidad de esta adaptación sigue habiendo polémica (mantenimiento de la humedad, mejorar el camuflaje, facilitar la adherencia sobre las plantas cuando los niveles de humedad son altos...) y mientras que algunas especies conservan los pelos de por vida, otras especies los van perdiendo con el paso del tiempo.
 En la Península Ibérica hay numerosas especies, pertenecientes a varios géneros, de caracoles "peludos". Entre ellos los más comunes y abundantes son Xerotricha conspurcata (Draparnaud, 1801) y Microxeromagna lowei (Potiez & Michaud, 1835).


                                                           Xerotricha conspurcata

  Xerotricha conspurcata presenta una concha de 5-8 mm. de diámetro, y los ejemplares juveniles poseen pelos largos, finos y rizados, con tendencia a desaparecer en los individuos adultos. Esta cubierta es menos densa que en Microxeromagna lowei (que presenta pelos más densos y más cortos).
 X. conspurcata es una especie propia del Mediterráneo occidental, frecuente sobre todo en hábitats de tipo ruderal, desde el nivel del mar hasta los 950 m. En la Península Ibérica se distribuye principalmente en dos areas disjuntas: por toda la mitad sur y en zonas del litoral catalán. Está presente también en las Islas Canarias y en Baleares (aunque solo en Mallorca y Menorca).
 Sobre su distribución real en Galicia no dispongo de información, salvo que fue citado por primera vez en el año 1995 en Ribadeo y que parece ser relativamente frecuente, al menos, en algunos entornos urbanos del interior de la Ría de Vigo (Pontevedra).